jueves, 1 de mayo de 2008

¡Qué pesados con la limpieza!

Como hoy es fiesta, y no estoy por ahí de puente atascado en una insufrible salida de mi ciudad, me he entretenido en pasear por muchos blogs, para pulsar la opinión del día después.
Si hay una idea que se repite con machaconería es la limpieza del vestuario blaugrana.
Creo que a estas alturas ya hemos echado hasta a la señora de la limpieza, porque no utilizó el producto adecuado en no se qué previa al partido del siglo de la semana pasada, y provocó una plaga de hongos que se metieron entre los dedos de Ronaldinho y tal.

A lo que iba. Hemos perdido la semifinal de la Champions. ¿Que nos metieron 10 goles acaso?
Uno y a otra cosa.
Hemos hecho el ridículo en la liga, ahí llego. Yo también me he avergonzado de las segundas partes ante el Atleti, el Betis, el Recre... pues eso, qué mal año me han dado.
Pero hablemos de limpieza.
Cuando en mi casa pasamos la aspiradora, fregamos convenientemente los suelos, sacamos el polvo de los muebles, desinfectamos los baños, limpiamos los vidrios... creo que todo lo hacemos correctamente. Es más, doy fe que quedamos bastante cansados, pero satisfechos ante el resultado.
Entonces voy yo, o mi hijo o mi mujer y... ¡oh desalmados! Iniciamos un proceso de degeneración, de molicie, de uso y disfrute (a veces incluso abuso) de todo aquello que tanto relucía, y al cabo de poco tiempo... no se lo creerán ustedes... ¡Vuelve a aparecer la suciedad, el polvo, las bacterias! ¡Joder, si lo habíamos hecho tan bien! ¡Y hala, vuelta a empezar... a limpiar de nuevo!
Ese ciclo, les confieso por si no se dieron cuenta, es cíclico e interminable. E irritante. Y cansado. Y desagradecido.

Ahora todo el mundo exige sacar la escoba y limpiar el club de arriba abajo. ¡Echemos a Rijkaard por incompetente, a Txiki por inútil, a Laporta por chulo y bocazas, a Ronaldinho por borracho y drogadicto, a Deco por putero, a Eto´o por ser un tronco que solo marca 21 goles en 26 partidos, a Zambrotta y Thuram por abuelos pensionistas, a Henry por estafador, y de paso echemos también a los fisios, los médicos, el jefe de prensa, el avituallador, el utillero, los pésimos masajistas que tenemos y si, se tercia, a las hormigas que vimos el otro día cruzando por el césped!

Ahora en serio. El Barça está mal, de acuerdo. Lleva dos años decepcionantes. Este año lo hemos intentado disimular pasando rondas de Champions ante equipos medios (no tochos como se nos ha vendido), pero aún así el rendimiento ha sido mediocre. Yo también lo creo. En lo que ya no puedo estar absolutamente de acuerdo, es en esa manía enfermiza que tenemos los culés de romperlo todo, hacer tabla rasa cada vez que las cosas se nos dan mal... ¡como si fueramos un club que ganamos la champions cada dos años, y cinco ligas de cada seis!

Vamos a intentar transmitir, desde mi humilde posición, un poquito de serenidad (seny, para los nuestros).
Hace falta autocrítica en el club. Hace falta humildad para reconocer los errores. Y sobre todo, hacen falta ganas de querer trabajar. Eso es para mí lo que más nos ha faltado, la auténtica plaga endémica de este club. Llevamos tantos años regodeándonos en nuestro ombligo, que si somos los que mejor jugamos, que si somos los más guapos, los de trato más exquisito al balón, los que más rabonas, paredes hacemos, los que mas veces entramos con el balón pegado al pie en la portería contraria... que nos pasamos la vida comparándonos con aquellos maravillosos años, cuando eramos la envidia del mundo mundial.
Aún recuerdo cuando nos jactábamos de que el mundo nos admiraba por nuestro futbol de alta escuela, y el denostado, ridiculizado y despreciado "real madrid" de los mediocres Karembeu y compañía iba ganando champions a porrillo, cuando el Milan del ridiculizado Capello nos hizo un traje de alta costura, cuando el chelsea del odiado Mourinho nos ridiculizó en veinte minutos de futbol de tiralíneas...

A modo de ejemplo, una pregunta ingrata: ¿Por qué, cuando llegaron a nuestro amado club los Zambrotta, Abidal, Guddy -y hablo solo de la clase media- parecían galácticos, y ahora parecen tuercebotas? ¿Siempre será que se ríen de nosotros? ¿No podría ser, por un casual, que la cultura del trabajo brilla por su ausencia en nuestro club? ¿No será que de tanto despreciar el sudar y correr -Cruyff dixit-, nos hemos creído que con un par de vueltas al campo tenemos suficiente para ganar a cualquiera?

Así que menos limpieza, pues los que vengan, a la que pasen unos meses, caerán en el mismo agujero negro que los que ahora están aquí. Las piezas a cambiar, las necesarias. Ello requiere un estudio riguroso, profesional, y ahí sí que convengo en que, si quien tiene la capacidad de ejecución no sabe, que lo cambien. si es el entrenador quien desprecia la cultura del trabajo, a la calle. Si son los preparadores físicos, que los echen. Y si son los jugadores, el dolce far niente, la noche me confunde. o es el calor del mediterraneo, o lo preciosa que es Barcelona en primavera, o lo que se alterna en esta ciudad, pues a ello.

Decía ayer que los futbolistas han de ser profesionales, no quiero que mancillen el nombre sagrado de mi club dandole besitos ni golpes de pecho. Sé en el siglo que vivo, entiendo lo del negocio, el juego de los representantes y que ellos son mandados que irán adonde más les paguen. Y como el Barça es un club con mucha pasta, pues vendrán, como van al madrid, al manu o al inter. Y vendrán buenos, como buenos son los que hay.
Lo que habrá que hacer de una puñetera vez, es dejarse de cuentos pseudo-románticos (aquí lo que se lleva es el futbol de toque, de salón...), y hacerles trabajar. Así estos aún nos valen.

Y no, no soy otro loco que en horas malas quiere más cojones y menos millones. Yo a trabajar lo llamo otra cosa.
Trabajar es estar físicamente como motos. Es tener el cuerpo descansado (dormir bien, chavales, como los niños). Es cuidar la alimentación, lo que se llama el entrenamiento invisible. Es realizar sesiones físicas, combinadas con tácticas. Es que alguien se mire los vídeos de los rivales y busque alternativas a sus trampas. Es analizar el rendimiento individual, programar entrenamientos individualizados, es tener a los jugadores, DE UNA PUÑETERA VEZ, conviviendo en la ciudad deportiva, comiendo juntos, echando la siesta, dedicando parte de la tarde (solo parte, no los queremos esclavizados y sin poder tener sus ratos de ocio para tomarse la copa y gastarse el dineral que tienen).
Es... vivir como profesionales, que no cuesta tanto, joder. Tienen un corto período de su vida para ser los mejores. Federer, Nadal, Alonso, Gasol... que yo sepa, viven por y para su deporte, pues saben que de su rendimiento constante depende una carrera de éxito o solo exitos esporádicos dada su calidad.
Un futbolista del Barça no puede vivir como un rico, olvidándose de su deporte y convirtiéndolo en un mero trabajo. No puede decir "no ví el partido de nuestro rival", debe implicarse, aportar soluciones a su entrenador, hacer grupo (que no amigos, ya estamos con los topicazos).

Bueno, creo que me extendí demasiado, y como casi siempre me voy por las ramas de la dispersión.
En resumidas cuentas, creo que no es problema de echar a 10 jugadores y el entrenador. Esa es la estrategia de mi querida pseudoprensa nadadeportiva, que se prepara para un verano de aumento de ventas inventando 300 nombres de fichajes con los que entretener al lector, ávido de noticias.
No diré que no habrá que realizar algunos cambios, siempre hay que limpiar, pues si no la mierda nos alcanzaría.
Pero antes de errar el tiro (que lo harán), antes de la tabla rasa que nos evoque a un nuevo gasparismo y su consabida travesís del desierto quemando todas las naves, pregúntense, por favor:
¿Encontraremos alguien como Ronaldinho en el mercado? Como no lo hay, ¿podemos al menos, preguntarle primero si quiere volver a ser el mejor, antes de malvenderlo ofreciéndolo como sacrificio a la masa enfervorecida, ávida de sangre?
¿Podemos cuidar un poquito más al verdadero hilo conductor del exito pasado con los triunfos futuros, un Deco bien tratado y reconocido como el nuevo capitan y lider de la nave?
¿Podemos asumir que a veces, echar a un noi de la casa, como Xavi, quien ya ha cumplido de sobras su ciclo en el Camp Nou, y que no hace más que esconderse detrás de las vergüenzas de Ronaldinho, para salir indemne, PERO QUE JUEGA AL TROTE COCHINERO, sin defender jamás, sin implicarse en una ayuda defensiva jamás, y que deja SIEMPRE con el culo al aire a sus compañeros, y que además está tapando el definitivo y necesario despegue del auténtico eje del futuro, nuestro Andresín Iniesta?
¿Podemos, ya de paso, fichar a un par de jugadores que eleven el nivel de exigencia del resto, tipo Alves, quizá si el precio lo permite Benzema, y un sueño imposible, Essien?
Pero sobre todo, ¿podemos trabajar TODOS con un poquito más de profesionalidad?

Un saludo grana y otro blaugrana
(Ah, mañana hablaré del Nàstic)

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