martes, 29 de abril de 2008

Desdramaticemos un poco

Hoy es un gran día. Pizza y coca colas frente al televisor.
Nervios a flor de piel, momento de unión con mi hijo de 18 años (los pocos que me quedan ya...). El Barça frente al manu, los mancunianos elevados a la categoría de octava maravilla frente a un ramplón, deslabazado, ajado conjunto blaugrana que parece acudir a su cita histórica (10ª en 53 años, por si a alguien se le olvidó el dato) como cordero al degüello.
Leo en la pseudoprensa nadadeportiva y me maravillo. El domingo somos vergonzantes, horrorosos, una banda a la que despedazar y... ¡oh milagro!, en menos de 48 horas vamos a por la gesta, la proeza, vosotros podéis y tal y cual. Fantástico ejercicio de coherencia.

Por mi parte, ni me dejo engañar ni quiero. Esto es un partido de fútbol. Tendremos dos equipos con idéntico objetivo y ambos pondrán todo su empeño. No habrá desidia, ni autocomplacencia (me encanta la palabreja), desgana o falta de motivación o cansancio de ganar (¡es que somos cojonudos!). Cada uno utilizará TODAS sus armas, las que tenga. Y uno ganará. Será por un fallo en el marcaje (¿se dieron cuenta que SIEMPRE hay un fallo en el marcaje en el gol?), o un fallo en el rechace, un fallo en la marca, un fallo del portero, o del medio que no bajó a cubrir, o...
¡Señores, esto es fútbol!

Digo todo esto porque estoy cansado de los sesudos razonamientos que exhiben "los que entienden". Pero yo no comulgo con sus ruedas de molino. El fútbol es un juego en equipo, donde sobresale el error como esencia del juego. ¿Y quién cometerá más errores? Normalmente, quien esté menos preparado, sea física, mental o tácticamente. Y no hay más.

Al Barça le puede salir un gran partido, por supuesto. Y viceversa. Puede plantarse en la final o quedar eliminado. Todo esto es puro perogrullo. Y más palmario será que, si gana mi equipo, me excitaré, saltaré, gritaré, le daré un abrazo estúpido a mi hijo y me creeré el rey del mambo. Mañana repetiré la bromita estúpida a los merengones (¿con quién jugaba el madrid hoy?) e inmediatamente volveré a sufrir por adelantado porque el Chelsea es un equipo "cuyo estilo de juego no se nos da bien" o el Liverpool "no juega a nada y se ha metido en tres semifinales con cuatro cañas". Es nuestro sino. Y si conseguimos clasificarnos, sentiremos el sudor frío porque no lo hicimos con contundencia, demostrando que somos el mejor equipo del mundo y él Manchester nos podía haber ganado si aquella jugada...
Eso no lo cambiaremos nunca. No sé, quizás por eso soy del Barça. Por contradictorio, por pesimista, por idealista... sólo nos vale ganar si demostramos que somos los mejores, y aún así, queda algún pero porque no cerramos bien la defensa en aquel córner o yo qué sé.

Es una enfermedad patológica la nuestra. Ayer escuchaba una tertulia en RAC 1 y me encantaba a mí mismo de haberme conocido. Preguntaban si ganar la Champions nos compensaría del ridículo que estamos haciendo en la liga, que si el Madrid hizo lo mismo en la 7ª y ellos (simples que son) lo celebraron por todo lo alto, y que nosotros no podríamos estar igual de contentos... ¡por el amor de Dios! ¿Cómo podemos ser tan rematadamente ingenuos? (aquí quise colocar otro adjetivo igualmente empezando por i...)

En 56 años hemos ganado... 2
En 56 años jugamos... 5 finales
En 56 años disputamos... 10 semifinales
¿Y pretendemos dar lecciones al mundo sobre autosuficiencia, purismo y megalogilipollismpo?
No fotem!
A ver si suena la flauta y ganamos la tercera, y a celebrarlo como dios manda, que ya nos quedará una menos para la decena. No podemos ir, como hacen los anarquistas, de derrota en derrota hasta la victoria final. No podemos ir despreciando champions... esta no me gusta que no jugamos bien... esta no que no la merecimos... esta no vale que el rival no era uno de los grandes... esta sí que eramos el equipo referente mundial, la repera en patinete y teníamos tres megacracks balones de oro y...

Amigos, el fútbol es mucho más fácil. Si los futbolistas lo hacen bien, y les sale un buen partido, y el balón de Cristiano Ronaldo sale fuera y... pues a la final, y a padecer unos días más.

Después quedará el análisis riguroso, qué hacer con esta plantilla, si están acabados y hay que echarlos a todos o si el problema está en otro sitio. Me reservo este análisis para mañana. Quiero compartir con el blog (y si lo lee alguien, cojonudo) lo que opino sobre el fútbol, los futbolistas y la parafernalia de los alrededores. Mientras tanto, hagan como yo... pizzas, coca cola y un abrazo robado al hijo de 18 años, o quien tengan mas a mano, y disfruten del espectáculo.

Un saludo grana y otro blaugrana

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