viernes, 6 de junio de 2008

Que no cunda el pánico

Definitivamente, el mundo del fútbol está paranoico perdido. El año pasado pagamos casi los mismos millones de € por un central contrastado, internacional, mundialista, mariscal y líder de vestuarios, que lo pagado ahora por un prometedor, joven, con margen de mejora, bla, bla, bla... ¡ah, y uruguayo, que dicen los entendidos en esto que es sinónimo de profesionalidad, entrega y derroche de energías en aras de la causa!

Vamos a ver: No sé si soy de los pocos o los muchos que hace tiempo se dieron cuenta que los periodistas deportivos (nada periodistas, algunos, poco deportivos la mayoría) creen que su público es idiota, ignorante, estúpido, vamos. Deben tener una plantilla para copiar, repleta de tópicos, frases hechas, rumores que gastan de manera obscena, sesudos análisis donde no analizan nada, o nada al menos más allá de lo que podamos ver el resto de mortales, pero sin título universitario de por medio.

En fin, viene esto a cuento porque me maravilla la manera de enfocar la noticia de fichar al "magnífico" Martín Cáceres. Pero es que siempre es igual: en verano todos los fichajes son ilusionantes, maravillosos, y al acabar la temporada atizan con el "Yo ya lo dije" sin mayor rubor, si acaso la criatura no ha estado a la altura.

Seamos sensatos, por favor. En todo caso, los técnicos que cobran para ello, son los que deben tener el informe correcto sobre el muchacho. Para el resto de los mortales, periodistas incluídos, Martín Cáceres es un futbolista uruguayo de 21 años, con una experiencia de una temporada en Primera División, con un rendimiento adecuado en un equipo menor. Hace un año su valor de mercado era de 1,5 millones, y ahora es de 16,5. Esa es la información exacta, y no hay más. En todo caso, alguien verdaderamente profesional debería haberse preocupado ya de hacerle un seguimiento a sus estadísticas: cuantos balones interceptó por partido, cuantas veces se lo rifó Messi o similares, cuantas "cagadas" tuvo al sacar el balón jugado, cuantas veces se anticipó a su par... porque ya he leído que tiene todas esas virtudes, pero la realidad es que nadie recuerda a ese muchacho, entre otras cosas, porque jugaba en el modesto Recre.
Eso es lo que han hecho los periodistas: vendernos vaguedades, que si es joven (¡toma ya, para eso no hace falta estudiar una carrera!), que si se ha adaptado al fútbol español, que si su progresión, cosas que podría haber escrito yo mismo si me hubieran o hubiesen dejado un teclado y una silla en cualquier redacción.

Con todo ello no pretendo desacreditar al muchacho. Efectivamente es joven, y tiempo tendremos -supongo- de analizar si será melón o sandía. Pero de lo que no cabe ninguna duda, PERO NINGUNA, es que el chaval nos ha salido por un ojo de la cara. Y lo digo porque el mariscal de mariscales, el añorado Gabi, nos salió más o menos por lo mismo , y aquel ya venía "hecho", o como diría mi admirado Luís Aragonés (admirado por los santos cojones que ha tenido por enfrentarse a la Brunete cochambrosa y rancia de nuestros desvelos y dejar fuera de la Eurocopa al gigante de gigantes), "con los huevos pelaos".

Lo digo, para que conste en acta. Y después, que cada palo aguante su vela. Si el muchacho sale bueno, que se alabe el fino olfato de Txiqui, y si sale malo o regular, entonces fichemos al lince que nos vendió la burra, léase Llaneza de Villarreal.

A cada uno lo suyo, y nosotros a votar.

Un saludo grana y otro blaugrana

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